Us, el nombre de un hombre del Génesis, siempre se usa en estrecha conexión con Aram y los Arameos (Gen., x, 23; xxii, 21; xxxvi, 28). También es significativa la llamada Teodicea babilonia, poema acróstico de 27 estrofas, que puede fecharse en torno al año 1000. Elihú expresa que no concuerda con Job ni con los amigos (32:10–12; 33:1–12; cf.cf. Ahora tiene que ser el lenguaje de la compulsión y división, de contención y fracaso. Usa el mismo lenguaje y el mismo método de presentación tanto en lo general como en los detalles. Pero antes de empezar dicha disputa en serio, quiere que ellos sepan que Dios no se alegrará al enterarse (9) de que, tratando de justificar sus caminos ante Job, se han valido de mentiras sobre pecado y castigo. Job enfoca los aspectos más negativos del poder de Dios —arranca las montañas de su lugar, sacude la tierra, pone un sello a las estrellas (5–7)— no a fin de presentarlo como un Dios de caos sino para enfatizar su libertad de actuar, sea para bien o para mal. Es imposible demostrar que las leyendas judías, cristianas, y musulmanas sobre Job (estas últimas resumidas en W. B. Stevenson, The Poem of Job, 1947, cap(s). Job pertenece a los “pueblos del Este” (i, 3). Paoline, Roma 1980; Weiser ?., Giobbe, Paideia, Brescia 1975; Westermann C, DerAufbau des Buches Hiob, J.C.B. En otras palabras, la cuestión central de la obra no es el mal de vivir, sino el cómo poder creer y en qué Dios creer a pesar de lo absurdo de la vida. No faltan los que señalan en el texto un quinto estrato, encarnado por el segundo discurso de Dios (cc. La tendencia moderna se inclina a considerar que se encontraba en las fronteras de Edom, debido a que ciertas indicaciones en el libro se consideran relacionadas con dicho reino; pero la ubicación tradicional en el Haurán (Basán) es más probable. De nuevo tuvo una buena familia (al parecer por medio de la misma esposa) y llegó a tener el doble de las riquezas que había poseído antes. No debe menospreciar la corrección del Todopoderoso (17) y debe escuchar el consejo de Elifaz y aplicarlo a su propio caso (27). de J.C. Antes de Jesucristo Es probable que existiera el relato folclórico del sufrimiento de un hombre justo mucho antes de que naciera el presente poema. Tan rico vuelve a ser que hay bastante herencia aun para que la compartan sus hijas (por lo general las hijas heredaban únicamente cuando no había herederos varones; Núm. La segunda área se despliega en el diálogo poético entre Jb y los amigos (cc. Sin él, los coloquios serían ininteligibles, ni podría el lector conocer el final, ni creer en la aseveración de Job sobre su inocencia o no. Confer (lat. Indudablemente no hay nadie que pueda ser llamado recto comparado con Dios (Rom. Piadoso creyente en el verdadero Dios que vivió en la tierra de Uz;* el personaje central del libro de Job (Job 1:9). Bastante malo es para el propio Job contemplar esta verdad, que en el mundo de Dios a los malos se les permite prosperar (6). El personaje principal en el libro de Job (ver JOB, LIBRO DE; ver también Eze 14:14, Eze 14:20; Jam 5:11). Elifaz era uno de estos sabios (xv, 9). En un mundo en el que prevalece el pecado, a menudo los justos sufren junto con los culpables, mientras que algunas veces los impíos parecen prosperar por un tiempo (cf Psa 37:7; Jer 12:1). 8, Job vuelve al tema de lo desproporcionado (12). Tal es el caso de Job, que se basa naturalmente en el género sapiencial [/ Sabiduría IV, 1], muy conocido en todo el próximo Oriente y en la Biblia bajo sus dos formas ideológicas fundamentales: la proverbial, optimista, tradicional y retribucionista, y la forma más polémica, pesimista, crítica y original. Todos los Padres consideran a Job como una persona histórica; algunos de estos testimonios pueden encontrarse en Knabenbauer, “Zu Job” (Paris, 1886), 12 – 13. ¡Piel por piel! En este retrato de la historia de la vida del impío, la primera sección (20–26) trata de su ansiedad al vivir temiendo la muerte, y la segunda sección (27–35) se ocupa de su destino final, que morirá antes de tiempo (31–33). 1–8 Tres veces leemos Pero ahora, o ahora (1, 9, 16); porque el contraste en la vida de Job es extremo. La respuesta que Jung dirige a Job (La respuesta a Job, 1952) intenta dar la vuelta paradójicamente al sentido del libro bíblico: es Dios, el inmoral, el que ha de ser educado por el “moral”, el hombre Job. LA BIBLIA DIA A DIA Comentario exegético a las lecturas de la Liturgia de las Horas Ediciones CRISTIANDAD MADRID-1981 . Satán respondió que su conducta se debía a que había sido rodeado de toda clase de comodidades y riquezas; que bastaba poner la mano sobre sus posesiones para que maldijese a Dios. También en la narración del infortunio es imposible no reconocer una concepción poética que no necesita ser considerada como estrictamente histórica. ej. 1:1-5 Escena 1: Job y su integridad 2:1-6 Escena 4: Nuevamente la reunión celestial No faltan tampoco contactos con la literatura cananea (p.ej., dos tablillas de Ugarit publicadas por J. Nougayrol en el 1968), pero se encuentran relaciones mucho más sugestivas con el mundo egipcio. Eliú era mucho más joven que Sofar (xxxii, 6). Pudiéramos decir que el libro de Job va “deconstruyendo” la figura de Dios, va deshaciendo hilo tras hilo la trama en que él ha venido a presentarse. 1. Y es esto lo que Job no consigue aceptar ni suscribir. Anhela contar con la lista de cargos que Dios tiene contra él, para compararla con su propia declaración de inocencia. Luego que Job se ha rendido a sí mismo a Dios, puede con entera confianza, en xxix – xxxi, presentar su penosa condición ante Dios para su examen. (Job 1:6-12; 2:1-7.) El monstruo leviatánico del mal pasa de Job a la alegría del Moby Dick, de Melville (1851), mientras que la discusión entre Iván el incrédulo y su hermano el monje Aliocha sobre el misterio del mal en Los hermanos Karamazof, de Dostoyevski (1879-1880), recorre algunos itinerarios de la búsqueda de Job. Efectivamente, el hombre es nit†™ab y ne†™elah (15,16): estos dos adjetivos evocan dos símbolos más bien realistas, de los que el primero alude a la reacción instintiva psicofísica frente a algo repugnante y desagradable, mientras que el segundo significa †œácido†, alterado, señalando, por tanto, una corrupción o deformación añadida (véanse los argumentos afortio-ri sobre la corrupción del hombre en 4,17-19 y 15,14- Desde tiempos antiguos el libro fue y es tenido en alta estima, puesto que el sufrimiento y los chascos inexplicables han sido y son siempre la suerte del hombre, y el ejemplo de Job le ha servido de esperanza, solaz y ánimo en la desgracia. Si retiene las aguas, viene la sequía; si las suelta, arrasan la tierra† (12,10.14-1 5). Confer (lat. Jb es realmente una estrella polar -como decía Péguy- en la historia del pensamiento y de la literatura humana. En la segunda, aparece la imagen de una telaraña como símbolo de lo pasajero y de que no se puede depender de la confianza del impío (14, 15), que el arrancar una planta es una metáfora de la destrucción de la persona sin Dios. Los vv. ¿Y cómo, si uno pudiera llevar a cabo un argumento legal con Dios, podría estar seguro de que Dios realmente estaría escuchando, ya que en este preciso momento está aplastando a Job con una tormenta (16, 17)? Hijo de Isacar. Este uso de †œsabiduría† sería comprensible para el autor de Ecl., que recalca que el ser humano †œno alcanza a comprender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin† (Ecl. David J. 42:1). Es famosa la estrofa: †œLa muerte está hoy ante mí como la curación para un enfermo, como la liberación después de una prisión. Pero Jb es además la historia de un creyente. El libro va trazando los diversos niveles del sufrimiento de Job: (a) Pobreza: Job pierde sus bienes y padece, despojado de su protección externa, sobre el suelo duro de los hombres, sin más ayuda o posesión que el sufrimiento, (b) Carencia afectiva: Job pierde el cariño y confianza de todos, de forma que queda a solas, a espaldas de la gente, como un condenado que espera la muerte en el estercolero de la ciudad, donde se pudren en vida las basuras, (c) Enfrentamiento social: los responsables de la buena sociedad le destruyen moralmente, empeñados en acusarle y hacerle responsable de todos sus dolores. Esta parte del libro consiste en alrededor de 1020 líneas. Pero hasta el momento, nada tiene que objetar, su caso todavía queda en pie. Los regalos de dinero y de pendientes de oro (11) son muestras de estima más que obsequios para restaurar su riqueza, porque él ya había vuelto a prosperar (10). 2. Esto parece capacitarlo para pretender que es completo en conocimiento, o sea, absolutamente correcto, ¡no omnisciente! Por eso sale en busca de un rostro nuevo de Dios: presiente que, en el fondo de todo, Dios tiene que ser diferente y por eso no se rinde en el camino de dureza y sufrimiento que amenaza con destruirle. ), compare Exo. 104:26; Isa. Job no puede esperar escapar de la mirada penetrante de Dios (13). La gente lo trata con desprecio (1–15, 24–31) y Dios lo ha rechazado (16–23). Elifaz no ha reconocido qué carga lleva Job. Es imposible captar su mensaje sin pasar antes a través de un paciente trabajo de análisis literario, sin trazar la génesis de la obra, su estructura, su calidad, el rigor y la libertad de su simbolismo, la riqueza multiforme de su lengua. Un ciclo de discursos, diálogo entre J. y los tres de amigos, capítulos 3 al 31. Los versos forman los veintiocho discursos del libro que, como ya dijimos, hacen cuatro series de siete discursos cada uno. J., entonces, reconoce que ha hablado neciamente: †œHablé a la ligera, ¿qué replicaré? La esencia de todo el discurso es: No quiero saber nada de ustedes médicos inútiles (13:4); yo hablaré al Todopoderoso (13:3). Saludos. Aunque la cuestión del mal recibe una exposición muy simplificada respecto a la de Job, es visible el contacto con ciertos módulos del grito de dolor del autor bíblico. A pesar de la compleja estratigrafía que acabamos de señalar, Job sigue revelando su propia planimetría estructural, que hay que tener ante la vista mientras se recorre este mundo poético encantador. Job no ha aparecido ante el tribunal para rogar por su vida o pedir misericordia, sino para demostrar su inocencia. 10 Job pronuncia las palabras que usaría (o más bien las palabras que efectivamente usa) en la disputa que aquí imagina. Esta es otra razón por la cual se piensa que originalmente fue parte del discurso de Zofar. 1511 Ha sido atacado injustamente por Dios, y probablemente morirá en el ataque. J. proclama firmemente su inocencia, se irrita ante sus amigos, que endurecen su posición. El “mal de vivir” se describe en varias ocasiones con páginas de verdad profundamente humana: “El hombre vive en la tierra sometido a un pesado servicio, sus días transcurren como los de un jornalero. Sofar era mucho más joven que Job (c.f. Fohrer ha intentado incluso una recensión parte por parte de todas las variadones de registro que se encuentran en el desarrollo poético de la obra. El problema es con frecuencia una instrucción divina, una advertencia de la divinidad para reformarse (xxxii – xxxiii, 30), revelando así la bondad de Dios; frecuentemente es un simple castigo de los malos que quizás no son mejorados por él (xxxiii, 31 – xxxv), revelando así la justicia de Dios. Resulta claro que el joven Elihú está lleno de ira (la palabra se repite cuatro veces en los vv. La Iglesia enseña que el libro fue inspirado por el Espíritu Santo. Al hablar del orden cósmico y la creación animal, el propósito de Dios no es dar lecciones a Job sobre la naturaleza, y por cierto tampoco deslumbrarlo con las señales de su poder e inteligencia (que Job no ha dudado nunca). Escribía el poeta francés A. de Lamartine: †œAc leído hoy todo el libro de Jb. 3–7 En tres preguntas, Job especula sobre los motivos de la conducta de Dios hacia él. Los estratos de la obra; 2. Su fe en que Dios es bueno lo lleva a triunfar sobre las circunstancias más abrumadoras. 27:1) y dragón del caos, que podía tragarse el sol, causando así la oscuridad de un eclipse. ), compare 30:2–8). La gran distancia que separa a los humanos de Dios es recalcada en las palabras iniciales de Bildad sobre el poder de Dios, cuyos ejércitos son innumerables (2, 3). 1:51–53). 8. Por ejemplo 6:30; 9:15) sino también Dios (42:7, 8) quien afirma que Job es un hombre inocente. Y aunque no ha sido muerto (no ha perecido por la mano de Dios como los malos del v. 9), en cierta forma su condición es peor que la de los inicuos; porque desea estar muerto, pero Dios insiste en mantenerlo vivo (3:20–23). Job tiene cierta aristocracia, y aunque en este momento no cuenta con su riqueza, poco entiende de la situación de los permanentemente pobres (cf.cf. Elifaz pone el peso en la bondad de Dios (v, 9 – 27), Baldad en Su justicia (viii, 2 – 7), Sofar en Su poder de ver todo y en Su sabiduría, para la cual hasta los más secretos pecados de Job son expuestos, aun aquellos que Job mismo casi ha olvidado (xi, 5 – 12). 32:1—33:33 Primer discurso de Elihú: “El sufrimiento es una advertencia de Dios.” (2) Muchos ven también al cap xxvii, 7 – 23, como un agregado ulterior; en este pasaje Job sostiene que los malos sufren en este mundo, mientras en todo el resto del texto él declara o contrario. Por lo general el relato de las experiencias de Job se atribuye a Moisés. III. La poesía comienza con un himno de alabanza al ingenio de la humanidad (1–11) y sólo entonces sigue diciendo que aun así, la verdadera sabiduría está fuera de su alcance y es conocida únicamente por Dios (12–27). Lo que es peculiar de la elaboración hebrea es la densidad de la reflexión teológica que consiguió fusionar la tradición antigua con otras cuestiones que se debatían en el período posterior al destierro, en el que hay que colocar las diversas redacciones d~ este libro entre el siglo 1V Y el 11 a.C. El prólogo (cc. (6) No existe en general ninguna razón para considerar cualquier parte importante del libro ya sea amplia o pequeña como no perteneciente al texto original. (heb. Debía ser de la misma edad que Job. No puede ser de algún pecado, porque hemos sabido desde el principio que Job no es pecador; puede arrepentirse únicamente del lenguaje extremo que ha usado por su ignorancia. 12–28 Resulta claro que la †œsabiduría† que no puede ser hallada por el hecho de buscarla es algo diferente de la sabiduría tecnológica humana. height: 400, Primero, es sorprendente, pero también sig nificativo, que Dios no haga referencia a ninguna falta de Job. Seguramente no está repitiendo las mismas ideas trilladas sobre el destino de los malos que han expresado sus amigos (27:13–23). d. Weltliteratur”, I (Freiburg im Br., 1901), 24 ss. Y no se queja y vocifera en el aire para expresar su ira y frustración; su amargura va dirigida hacia Dios. Los únicos cambios que nota son en la condición de sus costras, que un día se endurecen y otro, se resquebrajan con pus que supura (5). Dios dijo de él: †œNo hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal†. Depondría delante de él mi causa, llenaría mi boca de argumentos. La narración llega rápidamente a su clímax, al disolverse la cuarta escena en la quinta. 1-2) y el epílogo (42, 7- 17), que contienen los elementos antiguos del relato, describen con sobriedad los acontecimientos externos de la vida de Job: las adversidades que caen sobre él y la prosperidad multiplicada después de la superación de la prueba. SUMARIO: I. Con la excepción de Budde, casi todos los comentaristas Protestantes los ven como una inserción ulterior, mientras que la mayoría de los investigadores católicos los defienden justamente como correspondientes al trabajo original. Dios le premia devolviéndole sus bienes multiplicados, su salud y su familia, después que Job oró por los mismos amigos que le habían criticado. No propone un juicio en el cual acusaría a Dios de injusticia al negarse a vindicarlo; más bien, invita a Dios a acusarle, para poder oír qué es lo que Dios tiene en su contra (13:23). Son aves inútiles, de rapiña e inmundas, sin embargo, fueron creadas por Dios y sus instintos naturales (inteligencia; 26) fueron implantados por él. Ni el autor del libro es conocido, ni el período en que fue escrito puede ser exactamente determinado. ej. Todo este capítulo gira alrededor del contraste entre †œesperanza† y †œmuerte†. Job todavía espera, pero mientras tanto intenta una nueva línea de argumento. 20:12–23 †œNo hay recompensa duradera para la perversidad.† La imagen clave aquí es †œel comer†. Job era un hombre de gran prestigio en la puerta de la ciudad, respetado por ancianos y príncipes. Toda la escena es de armonía y tranquilidad doméstica, pero la figura de extrema riqueza, extrema comodidad y extremos escrúpulos ya sugiere alguna violencia que pronto interrumpirá esta perfección. ¿Qué puede esperar para el futuro? ), compare 7:20). Job no quiere una prosperidad como la de los malos (16), y con cada frase que dice sobre ella, quiere significar: †œ¿Por qué se permite que esto suceda?† ), compare 5:24). 1514 Jehovah quiere decir que Job no puede por sí mismo ganarse una reivindicación. 23:1—24:25 Octavo discurso de Job: “Dios debería estar siempre a disposición.” Depondría delante de él mi causa, llenaría mi boca de argumentos. 13-15 Job aduce que ha ido más allá de las costumbres de su época y que ha tratado a sus sirvientes como si tuvieran derechos como seres humanos, de la misma familia, cuando la sociedad contemporánea le hubiera permitido tratarlos como posesiones. Luego de mucho discurrir (iii – xxii) Job finalmente triunfa en silenciar a sus tres amigos, aunque él no es capaz de convencerlos de su inocencia. No es el diablo personal sino uno de los siervos de Dios (el nombre significa †œadversario†). Sea cual fuere la in fluencia de las estrellas, Job no tiene ninguna influencia sobre ellas, ni siquiera comprende ninguna de las leyes de la naturaleza que determinan sus movimientos (33). El discurso consta de cuatro partes: su intención (1, 2); el repaso de las motivaciones de Dios para tratar a Job como lo ha hecho (3–7); la contradicción entre los propósitos reales y aparentes de Dios al crear a Job y al mantenerlo con vida (8–17); y su apelación para ser liberado de la presencia opresiva de Dios (18–22). Job no expresa sumisión, humillación ni derrota. El terreno común de donde parte es abandonado muy pronto para alcanzar su propia meta, que es exquisitamente teológica. Sigue afirmando la enseñanza popular, pero su descripción es tan extrema, tan blanca y negra, que seguramente se espera que no encontremos nada convincente ni en él ni en su doctrina. Efectivamente, el hombre es nit`ab y ne’elah (15,16): estos dos adjetivos evocan dos símbolos más bien realistas, de los que el primero alude a la reacción instintiva psicofísica frente a algo repugnante y desagradable, mientras que el segundo significa “ácido”, alterado, señalando, por tanto, una corrupción o deformación añadida (véanse los argumentos a fortiori sobre la corrupción del hombre en 4,17-19 y 15,14-16 ó 25,4-6). Una rica recompensa aguarda a todos los que soportan las vicisitudes de la vida con paciencia y valor, una retribución que los compensará con creces por todo lo que tuvieron que soportar por causa del pecado, “cien veces más ahora en este tiempo… y en el siglo venidero la vida eterna” (Mar 10:30; véase CBA 3:493-497). Que el tiene hermanos y relaciones se ve en xix y en el epílogo. Más aún, la aseveración frecuentemente oída al final, que el libro contiene muchas ideas mitológicas prueba ser mera imaginación. La burla es específicamente la acusación de que merece lo que está sufriendo. Del amplio número de conen-tarios sobre Job pueden mencionarse los siguientes. También proyecta el ambiente de la vida que ya ha pasado, una vida de relaciones afectuosas y dignas. Este ciclo de causa y efecto resulta especialmente claro en el caso del necio (2) cuyo apasionamiento y angustia lo llevan a la ruina. En contraste con esas inocentes celebraciones familiares, en el cielo se desarrolla una reunión mucho más trascendental, la de los hijos de Dios. Aunque la cuestión del mal recibe una exposición muy simplificada respecto a la de Jb, es visible el contacto con ciertos módulos del grito de dolor del autor bíblico. El mismo “mediador” soñado por Job para que sirva de árbitro neutral en el litigio entre el hombre y Dios no puede ser más que Dios mismo. 6) tienen raíces firmes en alguna forma prebíblica del relato. A estas alturas, algo parece no andar bien con el texto. En el primer ciclo de discursos, los amigos tenían sus propios puntos de vista; en el segundo, todos se concentraron en el destino de los malos; ahora en el tercer ciclo (22:1–31:40), resulta más difícil encontrar una lógica en sus discursos. Singer. 22:4). Ver los comentarios sobre las doctrinas de la sabiduría Divina (xxviii), etc. 7–12 no había más que imágenes de violencia física; aquí nadie levanta una mano ni siquiera la voz. Es peligroso asociarse con una persona tan malvada. “Job.” The Catholic Encyclopedia. Pero, por supuesto, no existe tal árbitro. Los críticos han hecho grandes esfuerzos para alterar la interpretación del capítulo xix, y para sacar de él la resurrección del cuerpo; el significado natural de las palabras, el argumento del libro, y la opinión de todos los comentadores previos le quitan aval a estos intentos (cf. ), compare 27:2). Dramático poema de la experiencia humana. Por eso grita, protesta. (3) En el epílogo Yahveh toma en cuenta enfáticamente la inocencia de su sirviente, esto es libera a Job de haber cometido faltas graves. Nadie en el libro de Job dice que sus amigos están totalmente equivocados. Por eso desconfía de aquellos que se dicen fieles de Dios: duda de Job y de su virtud gratuita. Pero esto no le hace justicia a Job, ya que Job no pretende que todo sufrimiento sea inocente. Génesis 12:7 - Y el SEÑOR se apareció a Abram, y {le} dijo: A tu descendencia daré esta tierra. 31:1–40 †œÂ¡Oh que tuviera los cargos de mi opositor!† La sección final del discurso de Job es en el estilo de una †œconfesión negativa†: Niega cualquier crimen de que se le haya acusado. Dios es el que pudo crear el universo colgando la tierra de la nada (7). Los discursos de Yahvéh, 38, 1 a 42, 6. Podemos afirmar con bastante fiabilidad que el prólogo (cc. Pero cuando ya no puedas aguantar, dirígete a Dios, porque al final de cuentas él es origen del sufrimiento, y es únicamente por medio de un encuentro con él que puede aliviarse tu angustia. La confianza de Jehovah en Job prueba ser justificada. A los homicidas y adúlteros que aman las tinieblas en lugar de la luz se les permite vivir, aunque sus amigos son únicamente los terrores de la densa oscuridad (17) y por derecho deberían estar con ellos en el mundo de los muertos. ), compare 27:6) pero Dios me ha quitado mi derecho (5b; cf.cf. Bibliografía: Heavenor, E. S. P.: “Job”, en Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1977); Kelly, W.: “Eleven Lectures on Job”, en Bible Treasury, ene.-dic. 6:1-7:21 Segundo discurso de Job: †œDios, déjame tranquilo.†. El tema del sufrimiento de los inocentes se encuentra también en pasajes de Jer. Recuerda que me amasaste como arcilla, ¿y quieres devolverme al polvo? 10:11; Isa. Todos sus familiares y anteriores amigos volvieron para honrarle y le llevaron regalos. Su punto principal en este discurso es que ya que Dios es justo (10), cualquier crítica de Job en cuanto a lo que Dios hace o deja de hacer es injusta. Tiene más sentido si comprendemos que no les está pidiendo compasión en general, sino sencillamente que dejen de perseguirlo con sus discursos. Las opiniones (2) y (3) no tienen este problema. Aunque Job hubiera estado preparado para esperar una eternidad a fin de recibir su vindicación, en su relato, lo que sucede en esta vida es lo que cuenta. Véase Jasub 1. 24–31 Aunque está convencido de que nada bueno resultará, Job tiene que clamar pidiendo ayuda (24). 1. Confer (lat. Ellos conocían también el Diluvio (xxii, 16), y al primer hombre (xv, 7, y Hebreos, xxxi 33). Ignora completamente a los amigos, y no se dirige a Dios. No puede ser atrapado (1) ni domado (2) ni convertido en algo dócil y domesticado (3); no puede ser utilizado para servir al ser humano (4) ni como una mascota para entretener a los niños (5). Literalmente El punto principal de esta poesía en honor al rey de todas las fieras arrogantes (34) es la maravilla y grandeza de esta criatura que resulta tan repulsiva y hostil a los humanos. No siempre son librados. En otras palabras, la cuestión central de la obra no es el mal de vivir, sino el cómo poder creer y en qué Dios creer a pesar de lo absurdo de la vida. No tiene fe en la bondad de Dios y poca fe en su justicia, pero tan seguro se siente de su inocencia que está convencido de que tarde o temprano será vindicado. La ubicación de la tierra de Uz, en la que vivió, es incierta. ), compare Os. Lo ataca de día y de noche como si fuera un animal salvaje (16, 17). El aliento que Job daba a otros, como un acto de verdadera piedad, es una buena razón de por qué puede esperar que Dios pronto lo restaurará. 4:2–6 †œEres un hombre piadoso.† La auténtica preocupación de Elifaz por Job se nota en sus primeras palabras; es respetuoso, casi pidiendo disculpas (2a). Esta es la verdad lit.lit. Pero el lector puede notar la ironía en todo esto; porque todo lo que Zofar recomienda a Job ha sido toda su vida la práctica constante de Job (1:1). 38-39) está estructurado en cuatro series de cuatro estrofas interrogativas, en las que va desfilando toda la gama de las maravillas y de los secretos del ser. incierta). Es imposible captar su mensaje sin pasar antes a través de un paciente trabajo de análisis literario, sin trazar la génesis de la obra, su estructura, su calidad, el rigor y la libertad de su simbolismo, la riqueza multiforme de su lengua. La misma autoridad poseen las expresiones asignadas por el poeta a Dios. Es difícil hablar del libro de Jb, de su poesía, de su mensaje, del esplendor de sus símbolos, de los mil matices de su composición, de su insomne presencia en la conciencia de la humanidad, de las múltiples y a menudo aberrantes hermenéuticas a las que ha estado sometido. Y es esto lo que Jb no consigue aceptar ni suscribir. 12:1-14:22 Cuarto discurso de Job: La †œsabiduría† de sus amigos y la justicia de Dios. Esta parte de su discurso termina con una repetición de su vergüenza ante los ojos humanos, tema con el cual comenzó. Job mira a su alrededor, a los que lo conocen; su visión se desplaza desde sus inmediaciones, de sus familiares y conocidos (13, 14) a los siervos de su casa (15, 16) y su esposa y hermanos (17), y hacia afuera nuevamente a los niños del vecindario (18) y todos los que lo conocen (19). No era joven cuando sobrevino su gran infortunio (xii, 12; xxx, 1); luego de su restauración, vivió 140 años más (xlii, 16). †œNo†, dice Job, †œlos malos pasan sus días en la prosperidad, y con tranquilidad descienden al Seol† (13). Seguramente Dios no habrá tenido ninguna ganancia del maltrato a Job. Cuadros deliciosos se suceden ininterrumpidamente en esta poesía desgarradora, pero siempre bien trazada, confiada habitualmente al metro clásico de los 3 + 3 acentos. Muchos investigadores católicos incluso del tiempo presente asignan al libro al reino de Salomón; la magistral forma poética señala a este brillante período de la poesía Hebrea. Job mismo todavía vive, así que su pecado, por el cual está siendo castigado, no ha de haber sido tan grave, y puede consolarse con el hecho de que se le perdonó la vida. El primer amigo, Elifaz, tiene ciertos rasgos que lo asemejan al †œvidente† (4,12-5,7), es decir, al profeta; Bildad hace pensar en el jurista, el tutor del derecho de la alianza, mientras que Sofar es el †œsabio† que se refiere a la sabiduría tradicional empírica de Israel. Pero su meta no es tanto ganar el caso contra Dios sino resolver el desacuerdo. Hay un sentido muy fuerte y existencial del límite humano: “El hombre, nacido de mujer, corto es de días y harto de miserias: como la flor brota y se marchita luego, y huye como una sombra sin pararse” (14,1-2). Dios señala a Job diez características del orden natural (38:4–38) como ejemplos de su misterio y nueve especies de animales (38:39–39:30) para ilustrar el misterio de la vida creada. También es célebre la descripción tan delicada (pero muy semita) de la formación del feto: “Fueron tus manos las que me plasmaron y me dieron forma. Todas las peculiaridades exhibidas por el autor de los discursos argumentados son reproducidas en los correspondientes a Eliú. II. Pero se ha convertido en una ambición que ahora no rechazará, y su atractivo para él se hace más fuerte al avanzar el libro (cf.cf. He aquí una alusión a los textos orientales, cuya confrontación con Job puede resultar fructuosa (también es interesante la comparación con la mitología “prometeica” griega -el Prometeo encadenado, de Esquilo-, a pesar de las evidentes distancias culturales). Job pone su mano sobre su boca (4) porque todavía nada tiene que agregar. 21-27) parece nacer de ciertos recortes introducidos por un corrector del texto, preocupado por la tonalidad tan dura alcanzada por la protesta de Jb, que tocaba su cima más alta en este punto. La muerte está hoy ante mí como el perfume de la mirra, como el placer de tumbarse bajo una sombrilla en un día de suave brisa” (I1,131-133).
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